El cono, la pieza central de un altavoz, es el núcleo de la investigación de nuestros ingenieros acústicos. La forma y los materiales son esenciales para una reproducción de alta fidelidad. En 1986, nuestros equipos presentaron un cono sándwich de fibra de aramida, reconocible por su singular color amarillo. Se ha actualizado considerablemente a lo largo de los años, conservando las características que lo hicieron tan exitoso. Actualmente, consta de un núcleo de espuma ultraligera intercalado entre una capa de fibras de aramida y una capa de fibras de vidrio. Combina los tres factores clave de un cono de altavoz: rigidez, ligereza y amortiguación, para un sonido preciso, dinámico y sin coloración.

Cada elemento de un altavoz es importante. Nuestros ingenieros se centran en cada componente, incluyendo los filtros de cruce. Estos filtros entregan una señal a cada altavoz que le permitirá funcionar de forma óptima en el rango de frecuencia para el que fueron diseñados. Para los kits K2 Power, todos los componentes del filtro de cruce se han seleccionado y optimizado específicamente para controlar mejor los efectos de la disipación de calor y gestionar los canales y el entorno sonoro con fiabilidad y rendimiento.

Especialistas en conos para altavoces, los ingenieros acústicos de Focal trabajan incansablemente para crear nuevos conos, así como todos los elementos asociados a ellos. Montado sobre un soporte de aluminio de alta resistencia, el tweeter TKME con perfil en "M" extiende la respuesta en frecuencia hasta los 22 kHz, reduciendo aún más la distorsión, para una difusión suave y precisa en los agudos extremos. Acoplado a un motor "push-pull" de tecnología IAL2, permite alcanzar frecuencias de resonancia muy bajas, logrando un equilibrio armónico perfecto.

En la parte trasera de la membrana se encuentra la araña, que sujeta la parte inferior del cono. Al trabajar en este elemento esencial del altavoz, y en particular al desarrollar una araña con un perfil progresivo, nuestros ingenieros han logrado una mejor amortiguación de los movimientos de la membrana sándwich, mejorando considerablemente la linealidad, la precisión y la dinámica del sonido.

Si bien nuestros ingenieros son expertos en el desarrollo de conos exclusivos, también innovan en todos los elementos que componen los altavoces, como la suspensión que conecta el cono al chasis, cuyo rendimiento es esencial para el control. Creada en 2015, la tecnología TMD (Tuned Mass Damper) con amortiguación armónica consiste en la adición de pesos toroidales finamente posicionados, lo que permite estabilizar la suspensión para lograr una mayor neutralidad sonora. Esta tecnología mejora los medios y el comportamiento errático de la suspensión entre 1 kHz y 2 kHz.